martes, 18 de junio de 2013

Que gran fin de semana he podido vivir, plagado de emociones y sensaciones.

El viernes, como siempre, después de salir de trabajar nos dirigimos a Arenas de Cabrales, para recoger el dorsal, control de mochila y saludar a un montón de buena gente del mundo del trailrunning, o sea… unos cuantos locos jejeje. Seguidamente para el hotel a cenar y estar unas horas de relax (cosa difícil) y a las 22:00 nos pusimos rumbo a Covadonga. Los minutos hasta la salida os los podéis imaginar, un amasijo de nervios buffff…

A las 00:00, y tras darnos unos consejos sobre el estado de cada uno de los macizos por los que pasaríamos y del estado de la nieve (al salir de noche y con frío, estaría dura), el ansiado momento dio comienzo…


Salimos muy reservones, pues la experiencia del año anterior me hacía ser prudente. Antes de dos horas estaba en los Lagos de Covadonga, donde me esperaba el primer avituallamiento. Hasta aquí todo normal, salvo por el barro y por la sorpresa que nos dieron nuestros familiares y amigos que se desplazaron allí para darnos ánimos, bufff que subidón. En los Lagos aprovechamos para comer algo, y vuelta a correr.


En poco tiempo estamos en el pozo del Alemán donde comienza la subida a Vegarredonda. Sigo bien y muy entero. Pasamos al lado de Vegarredonda y al fondo se ve la serpiente de luces de las frontales, qué gran espectáculo!!! Un poco más adelante decido ponerme los crampones, más que nada por seguridad, la noche esta preciosa y en algún momento puedo ver el cielo sobre los Picos de Europa, algo que recomendaría a todo el mundo, se pueden ver millones de estrellas… qué pasada! El frío está presente y me abrigo un poco. Este año no creo que se marche la nieve de Picos en todo el verano, parecía que estábamos en invierno. A las 5:25 me encuentro en el Boquete, ante sala del descenso a Caín. Me emociono. Tengo el primer macizo casi listo, me doy un respiro y me siento a comer, que bien me sienta jejeje. Respiro profundamente y nos ponemos de nuevo en marcha. La nieve está genial e incluso puedo correr, al poco tiempo paro para quitarme los crampones y me hidrato. El frío hace que te deshidrates más rápidamente, hay que  tener cuidado. Comienzo a ver las luces de Caín y miro el reloj. Entro en tiempo, es lo que me importa. Sigo descendiendo y oigo detrás de mí, Deme, Deme! Me giro y es mi compa y amigo Charly!!! Nos despistamos en la salida uno del otro y la verdad, me fastidiaba no poder correr con él esta gran carrera, pues significaba mucho para mí. Después de saludarnos efusivamente y reírnos un poco, seguimos descendiendo todavía más motivados por el reencuentro.
Llegamos a Caín a las 7:00. Nos sobran 30 minutos, qué lujo! El cierre de control era a las 7:30. Cambio de calcetines (Lurbel cómo no), comer, beber algo y encaminarnos a la canal de Dobresengos, unos 2000 m. de ascenso, casi nada!! Salimos con niebla y a  unos 1400 m. hay un sol espectacular, y Picos nos brinda sus montañas en todo su esplendor. Al mirar hacia abajo, mar de nubes. Hacemos un pequeño alto en la canal para tomar un tentempié. A partir de aquí formamos un buen equipo, ya que ahora también está con nosotros Zara, qué manera de motivarnos. Seguimos ascendiendo, y la Horcada de Caín nos da el primer toque, estábamos sufriendo por el calor, el cansancio acumulado y el desnivel salvado hasta el momento. Salimos de la Horcada haciendo culo-esquí, jejeje una nueva modalidad TRAVESERA, lo cual nos facilita el descenso, por lo menos unos metros. En 50 minutos estamos en Urriello y seguimos entrando en tiempo en los controles. Me encanta este lugar… para mi es mágico. La zona estaba muy animada, pues allí coincidíamos los que participábamos en la TRAVESERA y los de la TRAVESERINA. Fue una pasada ver a amigos que participaban en ella, creo que todos nos emocionamos un poco.
La lucha continuaba y el reloj seguía imparable su curso. Empezamos a ascender hacia la Collada Bonita… y aquí fue donde conocí al mismísimo SATANAS! El ascenso fue durísimo, pues la nieve debido al sol estaba muy blanda y te enterrabas en ella, dabas un paso y retrocedías otro. Nos ponemos en fila, y Zara como si de un tanque se tratara, comenzó a guiarnos por aquella pared, pues no tenía otro nombre, firme e imparable y a buen ritmo. Al llegar a la Collada, el esfuerzo realizado empezó a notarse… me quedé sin fuerzas jejeje… me vi débil. Dios que situación!!! Aún me quedaba descender aquella pared y llegar a las Vegas de Sotres… (por un momento me vine a bajo). Descendemos de la Canal por un tobogán tallado en la nieve, imaginaros la velocidad que podíamos coger, de VERTIGO!!! Al llegar abajo trotamos un poco y me tengo que detener… Charly me grita VAMOS!!! Con la mano le digo que tire, pronto le tengo a mi lado preocupado, le digo que estoy mal, me duele el estómago y tengo ganas de vomitar… Le veo alejarse, con un trote suave pero constante y me empiezo a motivar. Me digo, trota tú un poco… vamos… venga que puedes… no puedes dejar que esto termine aquí, no oyes a tus amigos animándote, VAMOSSSS!!! Empiezo a correr con un poco más de alegría y veo a lo lejos a Charly, voy a tope!!! Llegar a las Vegas de Sotres y ver a mis familiares y amigos fue la guinda. Cuando llego están preocupados, me dicen que tengo muy mala cara, que parezco un cadáver… pero al verme sonreír, todos se tranquilizan. Jejeje… están acostumbrados a estos sufrimientos que les doy.


Queda por ascender el último monstruo, la Canal de Jidiello, y casi lo habremos conseguido. Sin demora y tras comer algo y reponer agua en los bidones nos ponemos en marcha. Toda la gente nos anima y aun nos da más subidón. Esto empieza, les grito. 1000 m. nos separan de la cima de la canal, así que a apretar los dientes y sufrir, no nos queda otra. Esta vez si que vamos bien, incluso adelantando a otros corredores. En esta zona, como en las anteriores, niebla hasta los 1400-1500 m. y después un sol espectacular. El último tramo de la Canal, como cave de esperar es el más duro, primero unos caminos rotos, que parecen llevarte a ninguna parte, y después un cruce de neveros como para desesperarte, pero seguimos juntos, animándonos unos a otros y eso es lo que nos hace fuertes, eso es lo que hace marcar la diferencia con el resto. Unas cuerdas para darte seguridad y una cadena para darte el impulso final de ascenso y lo tenemos!!! Nos tiramos en el suelo y contemplamos un poco el maravilloso espectáculo que nos ofrece Picos de Europa. Desde aquí es casi todo descenso hacia el Jito de Escarandi. Corremos, trotamos, seguimos con el culo-esquí, nos animamos, sufrimos pero más que nunca estoy seguro que lo conseguiremos, más que nunca en mí mente retumban las palabras que yo mismo me digo… “cree en ti mismo”… y valla si creo!
Estamos en los últimos tramos de nieve y pasamos al lado del Casetón de Andara, los de la organización nos animan a seguir a este ritmo, diciéndonos que lo conseguimos… Ya solo 3 km nos separan del Jito Escarandi, pero que largos se nos hacen… Por un momento nadie habla, el esfuerzo es monstruoso y el cansancio está presente. Son muchos km los que llevamos y sobre todo mucho desnivel, las piernas como si fueran rocas, pero algo nos impulsa a seguir, a superarnos una vez más.


Jito Escarandi!!!! La gente que se encuentra en este control nos recibe con una gran ovación y entre ellos nuestros familiares!! Bufffffff… los ojos vidriosos al poder ver entre ellos también a mi amigo y entrenador Oscar Luis Morales, de Estudio Funcional.
Solo 15 km y cruzaremos la meta, vamos que lo tenéis!!! Nos gritan. Entre risas y bromas nos alejamos del último avituallamiento… 


Intentamos mantener el ritmo para que el paso del tiempo vaya a nuestro favor y nos permita llegar con tiempo a Cabrales. Subimos, bajamos, barro, algún tropezón, y de repente niebla… Hay que poner los 5 sentidos, para poder ver los banderines que marcan el camino. Respiro hondo y me digo que no hay que ponerse nervioso, que sería una pena perdernos aquí a unos 5 km de meta. Empiezo a recordar estos sitios, alguna braña, algún árbol majestuoso y sonrío… sé donde estoy jejeje!!! Nos agrupamos para no perdernos y seguimos manteniendo el ritmo. Tenemos la Senda de Caoru (antigua calzada Romana) a mano. Nos encontramos con otros corredores, charlamos con ellos, nos damos ánimos mutuamente y decidimos seguir. Estamos muy animados, primero trotando y después corriendo pero siempre con ilusión y con muchas ganas. Por fin, y echando el último aliento, llegamos a la meta, que este año se hace más animada que nunca puesto que la organización decidió que cruzara Arenas de Cabrales. Aplausos y más aplausos, nos hacen sentirnos héroes y al cruzar el arco de meta el corazón en un puño… Lo habíamos conseguido, éramos FINISHER!!!!


Mil imágenes en mi mente, mil sensaciones en mi corazón, y muy orgulloso de poder terminar por segundo año esta carrera tan dura en compañía de Charly y Zara.
Daros una vez más las gracias a todos (a los que estaban físicamente presentes y a los que me mandabais ánimos desde las redes sociales). No tengo palabras para describir todo lo que me transmitís, toda la fuerza que me dais… Me siento en deuda con todos y cada uno de vosotros… GRACIAS POR ESTAR AHI!!!


2 comentarios:

  1. mi mas sincera y profunda admiracion por lo que haceis, no tiene nombre...cada año que os veo pasar por Collada Bonita pienso,,,"estan locos" "como pueden", se van a matar... pero nada, vosotros a lo vuestro y nosotras a disfrutar...hasta la proxima travesera¡¡¡

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  2. Muchas gracias Carmen!! la verdad que el descenso de la Collada Bonita impresiona ejejejej pero vas tan concentrado que no te da tiempo a pensar.
    Gracias por toda la ayuda que nos dais, hasta el próximo año!!

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